Señor, ¿no se quiere llevar a esta niña? No hace caso…
y el señor de dice:
-No mija hágale caso a su mama…
Entonces muy indignada se subió al carro y siguió llorando. El Omar estaba misteriosamente tranquilo, y le dijo a su hermana:
-Aquí tengo dulces!!!
Mi esposo que ya había dado reversa para salir a la calle, al oír esto frenó bruscamente, yo me baje del carro agarre al chamaco del chaleco y lo lleve al oxxo de nuevo, entramos y le dije al empleado:
-Joven este niño se llevó sin pagar estos dulces, por favor no le hables a la policía, no lo va a volver a hacer…
El Omarcito se me quedó viendo con los ojos mas grandes que le había visto, y el muchacho hacía un gran esfuerzo por contener la risa. De vuelta en el carro, mi santo lo regañó como nunca lo había hecho, con un tono bastante molesto y le dijo quien sabe que tantas cosas, hasta que el niño dijo:
-Ya no lo voy a hacer….
En los días siguientes fuimos al Wal-Mart compramos el mandado para la semana y volvieron a necear por dulces, los dejamos que agarraran, pagamos tomamos las bolsas y bajamos la escalera eléctrica. Llegamos al carro subimos la compra y la Helenita con su apenas audible voz me dice:
-Este no lo pagamos…
Maldita sea, era un Huevo Kinder que no pasó por la caja… Subo con ella pago el chocolate y recorro el tedioso camino hacia el carro con todo el cansancio del dia, zapatos altos y demas… ni modo, ese es el precio por quererlos hacer gente de bien, ya si salen rateros y tranzas ahí si me los voy a chingar.